Yucatán, un estado reconocido por su riqueza cultural y natural, se alista para la reapertura de tres de sus paradores turísticos más emblemáticos, los cuales han permanecido cerrados por diversas razones en los últimos años. Las grutas de Balankanché, el paraje costero de Uaymitún y las grutas de Lol-Tún se preparan para recibir nuevamente a los turistas, lo que no solo representa una oportunidad para disfrutar de la belleza natural e histórica de estos sitios, sino también un impulso significativo para la economía local.
Avances en la restauración y coordinación interinstitucional
La reapertura de estos destinos turísticos no ha sido un proceso sencillo. Según Clemente Escalante Alcocer, director de Cultur, el organismo encargado de la administración de estos sitios, las gestiones se han intensificado con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para asegurar que las grutas y el paraje costero puedan abrir al público este verano. La coordinación interinstitucional ha sido clave para avanzar en los trabajos de restauración y adecuación de estos espacios, algunos de los cuales han sufrido serias afectaciones en los últimos años.
Las grutas de Lol-Tún, por ejemplo, se vieron gravemente afectadas por las inundaciones de 2020, lo que provocó su cierre temporal. Desde entonces, el trabajo conjunto entre Cultur e INAH es fundamental para restaurar las grutas y garantizar su seguridad para los visitantes. Escalante Alcocer afirmó: “Solamente es cuestión de tiempo para que los trabajos de restauración finalicen y podamos reabrir las grutas de Lol-Tún con las mejores condiciones posibles”.
Por su parte, en Balankanché, los avances también son prometedores. La coordinación con la comunidad local ha sido clave para llevar a cabo las tareas de rehabilitación y asegurar que este sitio, famoso por sus formaciones rocosas y su significado histórico, esté listo para su reapertura. En el caso de Uaymitún, el proceso depende de una autorización federal para continuar con los trabajos y garantizar la seguridad de los turistas.
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Impacto en el turismo y la economía local
La reapertura de estos tres paradores turísticos no solo será beneficiosa para quienes desean conocer estos increíbles lugares, sino también para la economía local. La recuperación del acceso a estos sitios naturales e históricos promete generar una importante derrama económica en las zonas aledañas, beneficiando tanto a los habitantes como a los empresarios locales.
Durante la reciente Semana Santa, Yucatán experimentó un incremento notable en el número de turistas que visitaron sus principales destinos. Paradores turísticos como Ría Celestún y Chichén Itzá registraron aumentos en el número de visitantes, lo que también se reflejó en una mayor ocupación hotelera y en la actividad de los negocios locales.
Por ejemplo, Celestún, un sitio conocido por su biodiversidad y belleza natural, pasó de recibir 600 a 1,500 visitantes diarios. En cuanto a Chichén Itzá, la zona arqueológica más famosa del estado, vio un incremento de 6,500 a 8,500 personas por día. Este aumento no solo representa una reactivación del turismo, sino también una fuente de ingresos para la región.
Preparación para la reapertura: Seguridad y calidad
El proceso de reapertura de los paradores turísticos no se limita a las tareas de restauración física. Se está trabajando arduamente en la creación de condiciones seguras y de calidad para los visitantes, lo que incluye el reforzamiento de los protocolos sanitarios para garantizar una experiencia segura durante la visita. Esto incluye medidas para asegurar el distanciamiento social, la desinfección de áreas comunes y la capacitación del personal para brindar un servicio de excelencia.
La reactivación turística está en marcha, y el objetivo es que estos paradores sean no solo un atractivo para el turismo nacional e internacional, sino también un motor para el desarrollo sostenible de las comunidades cercanas. La creación de empleos directos e indirectos, el incremento de la ocupación hotelera y el aumento de la demanda en servicios como restaurantes, transporte y artesanías son algunos de los beneficios que se esperan con la reapertura de estos espacios.
El futuro de Yucatán como destino turístico
Con la reapertura de las grutas de Balankanché, Uaymitún y Lol-Tún, Yucatán continúa consolidándose como un destino turístico de primer nivel, capaz de ofrecer una combinación única de belleza natural, patrimonio cultural y seguridad para los turistas. La colaboración entre instituciones gubernamentales, comunidades locales y el sector privado es crucial para asegurar que estos lugares puedan operar con los más altos estándares y ofrecer una experiencia única.