La formalidad en el sector turístico —especialmente en el hospedaje— enfrenta un doble desafío que amenaza su competitividad: una sobrerregulación que inhibe su crecimiento y una economía informal en expansión que opera con menores costos y sin controles normativos.
Desde la CONCANACO SERVYTUR, estamos trabajando de la mano con las asociaciones de hoteles y moteles del país, así como con representantes de plataformas digitales, para construir una agenda común que beneficie a las PYMES del sector terciario. El objetivo es claro: aprovechar el potencial de la digitalización como motor de desarrollo, sin perder de vista la necesidad de reglas claras que garanticen competencia leal y condiciones equitativas.
Según nuestro Estudio de Digitalización de PYMES 2025, casi el 63% de las empresas encuestadas señalaron que las plataformas digitales les han permitido atraer nuevos clientes, una tendencia especialmente visible en sectores como alojamiento, alimentación y servicios turísticos. Esta transformación ha sido clave para mantener operativas a miles de unidades económicas tras la pandemia, especialmente en destinos con alta vocación turística.
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No obstante, la realidad es que mientras los hoteles, posadas y centros de hospedaje tradicionales y formales enfrentan trámites fiscales, permisos sanitarios, normas ambientales, planes de protección civil y regulaciones laborales, una parte creciente de la oferta turística no está sujeta a estas mismas condiciones. Esta asimetría normativa no solo limita la competitividad del sector, también alimenta la expansión de modelos de operación al margen del marco regulatorio.
Los datos del INEGI sobre la economía informal revelan un crecimiento del 6.0% en el Valor Agregado Bruto de esta economía durante el tercer trimestre de 2024, con picos de hasta 13.5% en Zacatecas y 11.0% en Veracruz. En regiones turísticas como Quintana Roo y Oaxaca, esta informalidad se manifiesta en forma de oferta de hospedaje no registrada, servicios turísticos no fiscalizados y empleos sin prestaciones.
Desde CONCANACO, proponemos tres líneas de acción para revertir esta situación:
- Simplificar la regulación para facilitar la formalización voluntaria.
- Establecer condiciones equitativas entre actores tradicionales y digitales.
- Impulsar incentivos que premien la legalidad y promuevan la innovación.
Frente a la realidad económica actual, urge una política pública que elimine cargas innecesarias, simplifique trámites, fomente la incorporación voluntaria a la formalidad y genere incentivos para quienes apuestan por la legalidad. De lo contrario, el turismo nacional —uno de los motores del PIB y del empleo— corre el riesgo de ceder terreno a un modelo que, aunque dinámico, es insostenible a largo plazo.